El numero de hombres con instintos perversos supera al de aquellos con instintos nobles; por tanto, la violencia y la intimidacion son preferibles a los discursos elegantes cuando se trata de gobernar al mundo.
Todo hombre aspira al poder: cada uno desearia ser un dictador; casi todos sacrificarian el bienestar del prójimo por alcanzar sus metas personales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario