viernes, 24 de enero de 2014

La ciencia del ZOG, Bilderberg y el CFR nos está matando


Nosotros cometemos un suicidio como raza al permitir que la bancocracia domine la industria de la medicina, la agricultura y las fuerzas militares. Mientras sigamos mirando quietos como los científicos dan rienda suelta a sus peligrosos experimentos en el mundo sin pruebas legítimas, sólo aceleraremos la excavación de nuestras propias tumbas. Si no aprendemos a frenar las ambiciones ciegas de científicos arrogantes que son fácilmente atraídos por la noción de jugar a ser dioses, vamos a terminar en la destrucción final.

Ya tenemos aviones robot “en nombre de la ciencia” – una nueva raza de máquinas Terminator (no tripuladas drones AI) con capacidad de tirar bombas y balas sobre la población civil. Estos aviones no tripulados se desarrollan en nombre de la “ciencia”, y son testeados en los países destruidos por la OTAN de Oriente Medio.

Al mismo tiempo, los científicos ya llevan a cabo experimentos peligrosos con nanotecnología, basta con investigar lo que hacen con un dispositivo que se auto-reproduce llamado “grey goo”, todo el planeta podría ser inevitablemente devorado por máquinas microscópicas que hacen que los OMG parezcan insignificantes en comparación. ( http://en.wikipedia.org/wiki/Grey_goo)

Si queremos sobrevivir no solo debemos obligar a la ciencia a respetar el principio de precaución. Habremos de involucrarnos activamente para que nunca se libere en naturaleza abierta programas geneticos auto-reproductivos, dejando que las semillas experimentales vuelen por todo el mundo llevadas por el viento.
Las instalaciones nucleares requieren energía para hacer funcionar bombas a fin de evitar un desastre nuclear y esto es una contradiccion; estas instalaciones deberían poseer sistemas de auto-apagado que por defecto se activen ante un estado critico no tripulado.
No deben liberarse productos químicos de síntesis en los cultivos del mundo para matar insectos, sin saber las consecuencias a largo plazo de introducir estas neurotoxinas en el ecosistema.
El Principio de Precaución reconoce que la civilización humana es frágil, y que la ciencia y los experimentos pueden derivar en algo imposible de anticipar, incluso por las mentes humanas más brillantes y bien intencionadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario