El derecho de los por siempre poderosos reside en la astucia.
La astucia de conseguir que los títeres del Parlamento accedan a dictar las leyes que precisan los poderosos para sojuzgarnos.
No olvidemos que nos condenan y nos confinan desde muy pequeños al individualismo: -"No hables con tu compañero"; -"No mires a tu compañero"; - "No compartas con tu compañero".
No olvidemos que nos condenan y nos confinan desde muy pequeños al individualismo: -"No hables con tu compañero"; -"No mires a tu compañero"; - "No compartas con tu compañero".
Sólo mira hacia adelante, al maestro; sólo obedece al maestro. Siempre mira y obedece hacia adelante, nunca hacia los costados.
Mediante éste y otros asquerosos métodos se procede permanentemente a la usurpación de las libertades y de la posibilidad de desarrollo autónomo de la personalidad.
Así docilizados, los giles garantizarán a los Poderosos su predominio por siempre.
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