Una neurocientífica estudia el cerebro a través de cómo se deja engañar.
El cerebro vive en un estado de perpetuo engaño y de eso se aprovecha la política; las mentiras funcionan porque el proceso de atención y conciencia del ser humano tiene un cableado fácil de 'piratear'.
Así lo aseguró la neurocientífica Susana Martínez-Conde, quien acaba de publicar el libro 'Los engaños de la mente'.
"Lo difícil es no engañar al cerebro", asegura esta investigadora del Instituto Neurológico Barrow de Phoenix, en Estados Unidos, donde dirige el laboratorio de Neurociencia Visual.
Los seres humanos no ven el mundo cómo es, sino como quieren que sea.
Ese es el principal argumento de este libro, publicado en España (editorial Destino) y escrito también por Stephen L. Macknik, su esposo y director del laboratorio de Neurofisiología del Comportamiento en el mismo instituto.
El ser humano es muy vulnerable a los engaños de la mente.
"Queremos mostrar al lector que el engaño es inherente al ser humano; que nos engañamos los unos a los otros constantemente", indica Martínez-Conde.
Entender cómo los políticos logran manipular los cerebros ayudará además a comprender mejor cómo funcionan los trucos cognitivos en las estrategias publicitarias o en las negociaciones empresariales, advierten los autores.
"Quién nos engaña es nuestro propio cerebro. La clave del éxito de los políticos e ilusionistas en general está en que manipulan la atención del espectador y lo hacen, por ejemplo, a través del humor", comenta Martínez-Conde.
"Creemos que somos conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor, pero por lo general desechamos el 95 % de lo que ocurre". No nos gusta percibir lo que nos desagrada, entonces nos inventamos una realidad, frecuentemente milagrosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario