Los Poderes o Contrafuerzas que se oponen al Poder Mundial y por ello son tildados de Terroristas:
Enemigo No. 1: el Estado-Nación Soberano. ¿Por qué? Porque un estado realmente soberano cumple tres misiones indelegables:
1. Promover el Bien Común de la mayoría del pueblo;
2. Defender a ultranza su Interés Nacional
3. Identificar a amigos y enemigos, previendo amenazas (que debe conjurar) y oportunidades (que deben aprovecharse inteligentemente).
Enemigo No. 2: la Moneda Soberana no generadora de interés, que todo estado puede y debe utilizar, emitiendo la cantidad que necesita la economía real del trabajo y la producción. Hoy, casi todos los estados están subordinados a los dueños del poder global. Controlan sus bancos centrales haciendo que incumplan esta función primordial soberana. Así, despejan el camino para los megabancos privados que emiten su ‘moneda privada’ generadora de billones en intereses. Resultado: individuos, organizaciones y estados nacionales irremediablemente endeudados para siempre.
Enemigo No. 3: el rechazo masivo del sistema de deuda usuraria en todas sus formas.
Enemigo No. 4: Instituciones republicanas independientes del poder del dinero. Solo así podrá haber auténtica democracia, en lugar de la falsa y enferma democracia financiada por los millones y millones de dólares de bancos, empresas, narcos y corrupción que hoy sufrimos en casi todos los países del mundo.
Enemigo No. 5: los valores tradicionales de todos los pueblos, sean cristianos, musulmanes, budistas… Valores sanos y dignos como: honor, verdad, lealtad, disciplina, perseverancia, trabajo, libertad, valentía, solidaridad…
Enemigo No. 1: el Estado-Nación Soberano. ¿Por qué? Porque un estado realmente soberano cumple tres misiones indelegables:
1. Promover el Bien Común de la mayoría del pueblo;
2. Defender a ultranza su Interés Nacional
3. Identificar a amigos y enemigos, previendo amenazas (que debe conjurar) y oportunidades (que deben aprovecharse inteligentemente).
Enemigo No. 2: la Moneda Soberana no generadora de interés, que todo estado puede y debe utilizar, emitiendo la cantidad que necesita la economía real del trabajo y la producción. Hoy, casi todos los estados están subordinados a los dueños del poder global. Controlan sus bancos centrales haciendo que incumplan esta función primordial soberana. Así, despejan el camino para los megabancos privados que emiten su ‘moneda privada’ generadora de billones en intereses. Resultado: individuos, organizaciones y estados nacionales irremediablemente endeudados para siempre.
Enemigo No. 3: el rechazo masivo del sistema de deuda usuraria en todas sus formas.
Enemigo No. 4: Instituciones republicanas independientes del poder del dinero. Solo así podrá haber auténtica democracia, en lugar de la falsa y enferma democracia financiada por los millones y millones de dólares de bancos, empresas, narcos y corrupción que hoy sufrimos en casi todos los países del mundo.
Enemigo No. 5: los valores tradicionales de todos los pueblos, sean cristianos, musulmanes, budistas… Valores sanos y dignos como: honor, verdad, lealtad, disciplina, perseverancia, trabajo, libertad, valentía, solidaridad…
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