- Los plaguicidas tóxicos matan la vegetación, a los mamíferos, y que envenenan los suelos y los ríos: ¡son un fruto de “la ciencia”!
- Los medicamentos con sustancias químicas tóxicas que matan seres humanos y contaminan la provisión de agua: ¡son un fruto de la “Ciencia”!
- El envenenamiento masivo de la población con una combinación tóxica de productos de desechos industriales como “el fluoruro” es una consecuencia de los “milagros científicos”
- Las bombas nucleares que ya diezmaron población civil: ¡”Ciencia Pura”!
- Las mamografías y otros dispositivos de equipamiento medico que causan cancer: ¡es “Ciencia”!
- La venenosa quimioterapia y los tratamientos “preventivos” como mastectomías, o la terapia de rayos para combatir el cáncer: Ciencia!!
- El envenenamiento masivo de niños por mercurio mediante vacunas y amalgamas dentales: ¡”ciencia basada en odontología”!
La ciencia no está siendo utilizada para
beneficio de la humanidad, y la especie es asesinada en su nombre.
Aparentemente la situación dista de cambiar mientras el pueblo continúa
mirando para otro lado, entretenido con la explotación sexual, dopado
con marihuana y el fútbol, y permitiendo que la ciencia quede en manos
de banqueros enfermos y amorales, y criminales genocidas cegados por la
ambición de poder, con codiciosas corporaciones como brazos de una
metástasis planetaria.
La verdadera ciencia es la búsqueda de entendimiento, no la búsqueda de ganancias financieras. La verdadera ciencia es algo bueno, necesario e inevitable. La ciencia real es la forma que halló el Universo de explorarse a si mismo.
Pero
hoy, no existe ciencia real para los pueblos. La mayor parte de las
investigaciones científicas son dirigidas por banqueros y corporaciones
con el propósito de reducir la población global. La
familia Rothschild es dueña de la mitad de las riquezas del planeta y
no existe nada material fuera de su alcance. Así es que ahora pretende
jugar como un mono con navajas condicionando la evolución o mutación de
la vida.
En medicina, por ejemplo, la búsqueda de
nuevos fármacos no es para ayudar a la humanidad, sino por ganancias
trimestrales. Pero usted ya lo sabía. Sólo los individuos más ingenuos creen todavía que la Big Pharma se preocupa por los seres humanos.
En
el caso de los OMG, no se trata de “alimentar al mundo”, como
ridículamente afirman sus impulsores corruptos y criminales, sino de
“adueñarse del mundo” y de utilizar los alimentos como
un arma biológica contra la gente del mundo. Quien controle el
suministro total de alimentos con el tiempo lo controlará todo. Monsanto está empeñado en la dominación, no en la alimentación mundial.
Las vacunas, por su parte, no son creadas para prevenir enfermedades y mejorar la salud de la gente. La
prevención de enfermedades infecciosas podría llevarse a cabo
fácilmente a través de mejoras de saneamiento, educación, distribución
de vitamina D, proteínas y alimentos sanos. Las vacunas son creadas con dos propósitos:
1) control de la población2) negocios inmediatos y a futuro para la industria de la droga, debido a los efectos secundarios producidos por las vacunas. (Como mínimo, las vacunas dañan el hígado, los riñones, el cerebro y los intestinos, entre otros órganos.)
La “ciencia” practicada hoy es una operación de dominación y control. Casi
nunca se lleva a cabo con fines humanitarios o en beneficio de la
humanidad. Incluso la propiedad intelectual y el sistema de patentes y
marcas, está configurado para conceder monopolios corporativos sobre la
innovación, negando al pueblo el acceso a esas innovaciones. Las
leyes de propiedad intelectual han sido tergiversadas y explotadas por
las grandes corporaciones que se apropian del proceso de innovación y lo
utilizan para aplastar a la competencia. Todas las corporaciones en última instancia, quieren un monopolio mundial en sus sectores particulares de la industria.
Las universidades, que alguna vez
realizaron investigaciones en beneficio de la humanidad, ahora utilizan
el dinero del contribuyente para desarrollar productos químicos que
luego son patentables con licencia a las compañías farmacéuticas (o las
empresas de plaguicidas), a cambio de regalías que enriquecen la
universidad.
Como resultado de estas tendencias, la “ciencia” es corrupción, deshonestidad, codicia y muerte.
“Los científicos actuales” – las personas que practican esta ciencia, son ingenieros de la muerte
cuyas innovaciones pueden ofrecer beneficios a corto plazo, pero que
conducen a la muerte y destrucción a largo plazo. El herbicida Roundup,
por ejemplo, mata los suelos de cultivo y alienta el desarrollo de
insectos y hierbas resistentes a los pesticidas. En el terreno de la
biología humana, la muerte se ramifica mediante el abuso generalizado de
antibióticos y el aumento alarmante de SARM y otras “superbacterias”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario