La raza humana está siendo destruida en nombre de la ciencia – Detener a los “científicos” que impulsan la destrucción de nuestro planeta, y la civilización, debe convertirse en nuestra máxima prioridad si queremos sobrevivir. Para empezar todo el hemisferio norte se encuentra actualmente bajo amenaza por una liberación masiva de radioactividad, un evento a nivel “asesino global”, acorde a la ruptura del reactor numero 4 de Fukushima. En otras palabras, nuestro mundo se encuentra a sólo un terremoto de padecer un apocalipsis radiactivo, y fuimos puestos en esta circunstancia por los mismos científicos que nos prometieron que la energía nuclear sería segura y económica.

Incluso mientras vivimos bajo la amenaza inmediata de extinción inducida por Cesio-137, otro grupo de científicos expertos en genética nos empuja al abismo en un futuro próximo, arriesgando al planeta con contaminación que se extiende auto-replicándose. Estos científicos trabajan para la corporación Monsanto, Dupont y otras compañías biotecnológicas que comprometieron el futuro de la vida en la Tierra motivados por el egoísmo y las ganancias económicas. Bill Gates y todos los demás que promovieron los transgénicos (OGMs), y que financiaron su desarrollo y distribución, son culpables de crímenes contra la humanidad y la naturaleza en si misma. Los Rockefeller, Rothschilds, Morgans y Goldmans son una severa amenaza para la continuación de la vida en la Tierra y deben ser detenidos, enjuiciados y encarcelados con chalecos de fuerza en una prisión de alta seguridad donde no puedan dañar a nadie más.

En el ámbito biológico humano, nuestra existencia se ve amenazada por vacunas tóxicas. Siempre promovidas en nombre del bienestar y “gracias al avance científico”, estos fármacos causan daño neurológico grave e infertilidad generalizada, y están destruyendo la capacidad de reproducción de la raza humana.

Mientras tanto, al crecer la oferta mundial de alimentos, se acelera el colapso de las abejas, un acontecimiento sólidamente ligado al uso de pesticidas químicos fabricados por las compañías farmacéuticas y biotecnológicas. Estos pesticidas, por supuesto, siempre fueron promovidos en nombre de la “ciencia”, e incluso como un “milagro científico”. Y al tiempo que dopan a los seres humanos con todo tipo de drogas transgénicas, los grandes medios de comunicación convencen a la gente que es mejor vivir gracias a la química artificial-

De hecho, si miramos a nuestro alrededor y enumeramos cualquier circunstancia que amenace nuestra civilización y al planeta, siempre hallaremos descubrimientos que fueron hechos y proclamados como “milagros de la ciencia”.