Y no se emplean armas morales precisamente.
Podría resumirse como una guerra entre el cristianismo y el islamismo.
'Dios' no es un Señor que habita en las nubes, ni un extraterrestre con vestimentas brillantes que ha sido confundido por nosotros.
En realidad Dios es lo que deducimos por sus efectos. O sea, recibimos vida, salud, alegría, y entonces deducimos que alguien o algo infinitamente bueno y generoso nos lo ha otorgado.
Los musulmanes creen fervientemente que para que lo bueno sea otorgado es imprescindible creer y agradecer. Sin humildad nada nos es otorgado.
El Islam ordena cinco oraciones al día como obligación a Dios. Se
debe rezar cinco veces al día como obligación personal hacia Dios.
Las oraciones son una manera de darle fuerza y vida a nuestra creencia en Dios
Único, inspira una moralidad superior en el creyente, le purifica el
corazón y suprime las inclinaciones indecentes y dañinas.
El Islamismo cree fervientemente que Dios dará en tanto nuestras acciones.
Esta es una filosofía y un punto de vista. Pero el mundo es de todos, y qué sucede con aquellos que no guardan la mesura y las formas?
Aparentemente es el islamismo el que le declaró la guerra al cristianismo, o lo que es lo mismo, al mundo occidental.
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